Aarón Castellanos, lucha contra el agua sin perder las esperanzas

Cerca del límite tripartito que comparten las provincias de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires el 7 de octubre de 1903 se funda una localidad a la que llamaron Estación Soler, al sur de la Provincia de Santa Fe. El nombre con el que se conoce actualmente al pueblo se debe a un homenaje que su fundadora Mercedes Castellanos de Anchorena (1840-1920), donadora de las tierras a la provincia, quiso rendirle a su padre Aarón (1799-1880), un colonizador y militar argentino nacido en Salta que incentivó el poblamiento de la provincia de Santa Fe.

▲Iglesia de Aarón Castellanos. Foto Adriana Ansede

.Ubicación.

Población censo 2010: 309 habitantes

El trazado urbanístico del pueblo es muy parecido a la ciudad de La Plata, diagonales rodeando la plaza y las manzanas principales, tiene calles amplias, un acceso pavimentado, mucha vegetación y recuerdos de una infancia atada al campo, vocación de trabajo rural y sentido de comunidad. 

El colegio San Francisco, fundado en el año 1907, es recordado hasta hoy haber sido pionero en materia de educación para la región dando disciplina severa y rigurosa en su época. Aún hoy el edificio se encuentra próximo a la única iglesia desde cuyo campanario se puede observar la laguna cercana, a veces muy cercana, al pueblo.

Iglesia Cristo Rey. Foto Pueblos de mi Argentina

Campanario de la iglesia visto desde su patio. Foto: Adriana Ansede  

A Aarón Castellanos, se lo llamó el pueblo de agua salada debido a su proximidad a esa laguna, La Picasa, que en épocas cercanas a su fundación, se extendía por unas 2500 hectáreas con aguas de altos niveles de sal y un color verdoso debido a la abundante presencia de algas.

Laguna La Picasa, Santa Fe. Foto. Claudio Rojas

Pero en las últimas décadas La Picasa se convirtió en un drama para toda la región por haber triplicado ampliamente su superficie normal debido a las lluvias excepcionales que se vienen dando desde el año 1997 en la región, cuando llegan esas precipitaciones es común que inunde varias hectáreas. Contrastando con un pasado donde la tierra se cuarteaba por la sequía y miles de años murieron de hambre en 1963 y 1967.

Desborde de la laguna sobre Ruta nacional 7. Foto Federico Derman

Hoy la laguna avanza fácilmente hacia el puñado de casas que rodean a la iglesia. Corta los caminos y la ex línea ferroviaria General San Martín desparramándose en el paisaje y trayendo consigo desempleo por dejar a los campos más fértiles del país inutilizados. No obstante, en el pueblo de Aarón Castellanos todavía hay gente que no deja de luchar, con esperanzas de un futuro promisorio sumergido en esas aguas.

Fuentes 1, 2